martes, 22 de julio de 2008

oh, me!


lo tenía todo. todo. el mundo era mío, en la cima del tiempo y en la espuma de la juventud, pero un día me senté a tomar sol y me dormí para descansar de la fiesta. cuando desperté hacía frío y pocas sonrisas daban vueltas. mi reino prometido se había esfumado entre los días y todos los habitantes habían crecido y envejecido. yo me sentía cansado y desarmado y menos hermoso. busqué en mis bolsillos, pero la llave a mi castillo ya no entraba en la chapa. todo había cambiado. mi fortuna se había ido mientras dormía. lo tenía todo, y todo se desvaneció sin darme cuenta a tioempo. ahora camino entre las cadenas del horario de todos los días y miro caras repetidas, agobiadas y aburridas.