jueves, 15 de mayo de 2008

El plan B



Al plan B hay que tenerlo amarrado, siempre volando cerca, ilusionado de felicidad. Nunca hay que dejar que se aleje mucho, ni tenerlo demasiado cerca. Hay que saciar su sed a medias. Siempre tiene que estar ahí, dispuesto a abrir sus brazos sin saberlo. Hay que atormentarlo. Si no te busca, tú debes buscarlo hasta hipnotizarlo y hacer que vuelva a buscarte. Nunca hay que enfriar su cabeza; que su ilusión sea infinita, que no te falle, que esté siempre esperando tu respuesta, tu jugada maestra, que tú digas “sí”, para que caiga rendido en una cama de rosas muertas, y te reciba cuando el plan A te ha rechazado. Debes mantener el pilolín firme. Que piense que piensas en él. No lo llames por teléfono. Provócalo para que marque tu número y, sobre todo, que lo confiese; que te diga que su amor ha nacido y que es eterno y para ti, sólo para ti. Asegura ese rinconcito bueno que siempre te va a acoger mientras tú juegas para el plan A, todo para él. Y si te olvidas de l plan B no está mal, pero recuerda, de vez en cuando darle unas migajas para que corra como un perro andaluz tras de ti y te siga en su cabeza, y que piense en ti, y que te escriba poemas, y que te los entregue, y te los lea. Que te diga todo sin decir nada, y que haga todo eso que te gustaría que el plan A hiciese por ti. Pero como te dije, no dejes que el plan B se aleje de su estado hipnótico de infatuación, no vaya a ser que el plan A no resulte, que no juegue sus cartas para ti y te quedes sin pan ni pedazo. Recuerda que siempre está la segunda opción, el plan B. él siempre va a estar esperando por ti; siempre y cuando tú lo mantengas bajo tu magia, ilusionado y tonto. Pero por sobre todas las cosas, el plan B nunca debe saber que es el plan B, la segunda opción.



(agosto 2002)

1 comentario:

Lorena Salas dijo...

Que malvado eres con tu narrador. Dejarlo dibujarse completo a la luz mientras cree que tiene todo bajo control y hasta se siente perverso, mientras en tu complicidad negra enfocas toda su careta y todo su vacio tras ella.
Cabro chico perfido-morvoso.
Los goces vienen de todos lados.
Y sabes que a pesar de todo brilla igual, y se ve hermoso igual que una estrella. Que tambien son fuego ademas de luz. Y queman u humean, y todo eso.
La belleza no es en verdad la que nos dijeron.
Lore