lunes, 28 de abril de 2008

heroína desnuda


nada corre más fuerte por mis venas que tu esencia. mi sangre se desborda por mis ojos y mis oídos. se escurre por mis uñas, se escapa a través de mis poros e inunda mi boca, todo con tal de dejar espacio a tu forma más etérea y húmeda.

los brazos se me hinchan y las arterias estallan de impaciencia y goce. cada uno de mis segundos se viene entre los susurros que dejas escapar cuando pestañeo.

en mi cuerpo ya no hay espacio para mi alma dislocada, no queda rincón para mí entre mis huesos roídos. todo lo rebalsa tu presencia, tu sonido al viajar por mi oscura saliba; tu gigantezca voz me penetra los tímpanos y me deja flotando en líquidos turbios y ardientes que me llevan por manantiales ocultos que corren en todas direcciones.

creí estar loco, enfermo, disvariando y perdido cuando me atrapó una inevitable sensación de escape, de abandono de mí ser y renunciar a existir calcado en los días. una maravilla tremenda rociada de éxtasis, todo al momento de sentirte viajando por mi cuerpo, jugando con mis cejas y pestañas, volcando tus labios eléctricos por sobre todo mi cuerpo y mordiendo el vapor de tus sentidos. el saberte desnuda por debajo de mi piel me lleva a desbocar mi trote, como un caballo oscuro y salvaje por las arena caliente, bajo la noche, bajo el amanecer y a toda hora.
me salvaste del ahogo nocturno y la desdicha feliz. ahora te dejo entrar, con toda libertad, con euforia, con cadenas rotas, con metales ardiendo y con los brazos escuálidos de tanto abrazarte.
heroína desnuda, quédate conmigo, en mi interior y al rededor de mi existencia vacía y suelta y excita mi presencia para sentirme vivo, hirviendo y a punto de estallar. la vida es muy corta, y ya no queda tiempo. desnúdame también y clava tus tacos en mis recuerdos faltos de emoción para poder subir a tu brillo y ver las luces que nunca se apagan. destrózame por dentro y por fuera y respiremos el aire pesado de nuestros encuentros en medio del movimiento decadente que está allá afuera y nos ignora. reventemos de una vez por todas y olvidemos que los cuerpos perecen de la nada.


sí!

No hay comentarios: